Tal y como os describo en el título, el nuevo Mazda 6 es 6,5 cm más largo, 1,5 cm más ancho que la generación anterior, y la distancia entre ejes también es más amplia, la cual a crecido en 5 cms.
Por otro lado, la versión de cinco puertas tiene las mismas medidas que la de cuatro, pero la línea del techo cae desde el pilar C, dotando a este modelo de un perfil próximo al de un cupé.
A lo que sus motorizaciones se refiere, en gasolina el Mazda 6 cuenta con un 1.8 de 120 CV, un 2.0 de 147 CV y un 2.5 de 170 CV que sustituye al 2.3 litros del modelo anterior. En diésel, se ofrece sólo con el 2.0 litros de 140 CV.
Hablando de su interior, su habitáculo es más espacioso que el de su antecesor, resulta confortable y práctico. El puesto de conducción resulta cómodo y el salpicadero está bien organizado y es de fácil utilización. Con el acabado más simple (Active) os puedo decir que este Mazda lleva de serie elementos como el aire acondicionado, cierre centralizado con mando a distancia, ABS, control de estabilidad y radio CD.
Debeis saber que hay dos acabados que tienen un precio común, pero con distintos enfoques. El primero es el Luxury que subraya el confort y el lujo, mientras que el Sport va dirigido a todos aquellos que buscan un aspecto más deportivo y sólo se puede elegir en la carrocería de cinco puertas. Estos acabados añaden control de velocidad de crucero, acceso y arranque sin llave, o llantas de aleación de 18 pulgadas.
Ahora viene la parte que menos me gusta, su precio arranca a partir de los 22.500 €.
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