Si hay un coche mitico entre los denominados “musclecars” americanos, es el AC Shelby Cobra. Imitado hasta la saciedad, sólo en Gran Bretaña hay 12 fabricantes de réplicas, su silueta sigue causando admiración y sus prestaciones pavor entre quienes han tenido la oportunidad de conducirlo.
Venció en Le Mans en 1959, le dio suficiente crédito para convencer a Ford y que le proporcionara el nuevo V8 de fundición de acero de bloque pequeño.
En 1982 Ac decidió, bajo la batuta de Brian Angliss , producir el Cobra en versión MKIV, con especificaciones adaptadas al mercado nerteamericano y, en 2003 , se firmó con Caroll Shelby un acuerdo para crear “continuaciones” del 427 y 289, bajo el nombre CSX 1000 y CSX 7500, siguiendo la inscripcion de chasis original CSX o Caroll Shelby Export.Un pacto que sólo duraría dos años por incumplimiento de contrato de AC y su nuevo propietario.
Fue el más rápido del mundo durante décadas y su agresiva estampa sigue causando furor. Es el coche más copiado de todos cuantos han fabricado.
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