Cadillac iniciaba hace ahora cinco años un proyecto para intentar recuperar a nivel internacional una presencia sin duda destacable en el sector premium del mundo del automóvil. Una decidida apuesta por presentar su gama como una alternativa equiparable en imagen, calidad y prestaciones a las siempre todopoderosas firmas alemanas, actuales dominadoras del mercado de representación.
El CTS fué su principal caballo de batalla, y ahora se muestra una segunda generación totalmente puesta al dia, mejorando tanto en lo dinámico como en el chasis, así como en las mejoras del motor, transmisión y la tracción a las cuatro ruedas.
Una de las principales novedades es el de sus propulsores del 3.6L, de inyección directa V-6 VVT con una potencia de 300CV y un par de motor de 366Nm.
De esta manera muestra una clara mejoría con un 15% de aumento de potencia, 8% en par de motor y una reducción del 3% en consumos. Dispondrá de dos tipos de transmisión: cambio automatico y manual, ambos de seis velocidades.
En fin, Cadillac siempre está en clave de éxito