No cabe la menor duda que el tema del CO2 es yá toda una moda, y por lo que se puede apreciar, últimamente suele estar en la mente de todos los usuarios de automóviles, ya que hay que recalcar que durante el proceso de compra las emisiones de CO2 son las encargadas de marcar de alguna forma el Impuesto de Matriculación que se tendrá que aplicar.
A modo de información, debeis saber que la cifra a pagar se calcula teniendo en cuenta el consumo mixto homologado del vehículo, del que se extrae la cifra de emisiones de CO2 que como ya sabeis se mide en gramos por kilómetro. Dicho esto, los coches que emiten menos de 120 g/km pagan un 0%, los que emiten entre 121 y 160 g/km el impuesto asciende hasta el 4,75%, de entre 161 y 200 g/km el porcentaje asciende al 9,75% y apartir de los 200 g/km el impuesto es del 14,75%.
Según nos consta, esta norma ha influido consideradamente en la preferencia de los usuarios por los vehículos con menos emisiones, lo que ya se notó en su día en un cambio en cuanto a tendencia de las ventas. Por otro lado, las marcas también están aumentando sus esfuerzos para conseguir cada vez vehículos con menos emisiones en gran cantidad de paises, ya que otras normas similares también se aplican en otros paises europeos.
Como dato curioso, en el mercado nos podemos encontrar coches que tan sólo emiten 88g/km como es el caso del Smart Fortwo Coupé/Cabrio CDi y que consume tan sólo 3,3 litros a los 100 km, y al mismo tiempo también nos podemos encontrar con coches que emiten 500 g/km como es el flamante Lamborghini Murcielago Roadster LP640 el cual consume la friolera cifra de 21,3 litros a los 100 km.
