En el proceso de compra de un vehículo entran en juego muchos factores que nos ayudan a decidir qué marca y modelo adquiriremos al final. Nos fijamos en cosas como el motor, la potencia, el diseño, la seguridad, etc, pero lo que mucha gente no sabe es que la mayoría de vehículos de lujo que encontramos a día de hoy en el mercado cuentan con sistemas de identificación por radiofrecuencia (RFID) que tienen distintas utilidades.
¿Y qué es exactamente un RFID? Se trata de un sistema de almacenamiento y recuperación de datos remoto que transmite la identidad de un objeto mediante ondas de radio. Para identificar a los objetos se utilizan las etiquetas RFID, que son dispositivos similares a una pegatina y contienen antenas para recibir peticiones de un emisor-receptor RFID.
Pero, ¿para qué se aplica esta tecnología en los vehículos? Se utiliza en gran medida en cuestiones de seguridad. Por ejemplo, en algunas autopistas la usan para la recaudación del peaje a través de radiofrecuencia. Cuando el vehículo pasa, las tarjetas son leídas y se usa la información para cobrar el peaje, con lo que se ayuda a disminuir el tráfico.
Por otro lado, también se puede añadir un sistema RFID a la matrícula del vehículo, de esta forma se consigue prevenir los robos y se puede realizar un control de los accesos del coche, sobre todo en vehículos de alta gama. Las conocidas como llaves inteligentes también funcionan con este sistema, facilitando que automóvil reconozca la presencia de la llave a una pequeña distancia del sensor y se pueda abrir las puertas o arrancar el coche mientras la llave sigue en el bolsillo.
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