En esta ocasión y una década después de su nacimiento, el Kangoo se renueva con una versión para pasajeros la cual han denominado Combi, que recoge toda la esencia de un monovolumen. Ahora mide 4,21 metros de largo, 18 centímetros más que su antecesor, y tiene 10 centímetros más de distancia entre ejes, hasta 2,7 metros. Y, sobre todo es 15 centímetros más ancho, lo que le aporta un mejor comportamiento en carretera y mayor habitabilidad. La distancia para las piernas en las plazas traseras es ahora de 21 centímetros, igual que la del Velsatis. La altura no se ha modificado para no penalizar la aerodinámica. Mantiene las dos puertas correderas laterales, pero ahora los cristales se pueden bajar eléctricamente.
Por otro lado, la gama de motores consta de un propulsor diésel de 1.5 litros y tres niveles de potencia, estamos hablando de 70, 80 y 105 CV. Los dos primeros emiten menos de 140 gr. de CO2 por Km, lo que supone un impuesto de matriculación del 4,75%. Además, cuenta con dos motores de gasolina, un 1.6 de 16 válvulas y 105 CV y un 1.6 de ocho válvulas de 90 CV. Todos ellos van asociados a un cambio manual de cinco velocidades, salvo en el de 105 CV que es de seis.
Para reducir la rumorosidad se ha utilizado el doble suelo que lleva el Scénic lo que, unido al uso de material absorbente en los pasos de rueda y el soporte del motor, disminuyen el ruido interior hasta un 50%.
Sus asientos permiten un buen ajuste y recogen muy bien la espalda y se ha mejorado sustancialmente la calidad en los materiales del salpicadero. Además de esto, lo más llamativo del interior es la palanca del freno de mano, que es la misma que lleva el Megáne.
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