Las cifras mandan. Pese a los esfuerzos y la voluntad de empresas y gobierno por sacar cada vez mejores modelos de coches eléctricos o fomentarlos entre los posibles compradores, este sector no acaba de despegar en España. Así lo transmiten los datos facilitados por el Instituto de Estudios de Automoción (IEA), que constata que una caída del 75% en las ventas de vehículos eléctricos durante el mes de Febrero de 2013 en comparación con la misma fecha del año pasado. Según informan los medios, sólo 11 unidades fueron vendidas durante el pasado mes, y únicamente 45 en lo que va de año. Datos que demuestran que el modelo eléctrico no acaba de coger velocidad en nuestro país.
Del mismo modo, las cifras del estudio demuestran que tampoco el mercado de los híbridos está en su mejor momento, al caer las ventas un 12,03% (695 unidades) respecto al mismo período del año anterior. Pese a los esfuerzo de las grandes compañías, como la japonesa Honda, el español medio se muestra reacio a abandonar los modelos tradicionales: Donde esté un Honda CR-V, que se quite un Civic Hybrid, por decirlo de alguna manera. Para revisar las diferentes gamas del Honda CR-V haz click aquí.
En cualquier caso, con el panorama actual de España, esto es lo más normal. Los coches eléctricos e híbridos han llegado en el peor momento. En la mayoría de familias la situación no está para meterse a comprar coches, ni eléctricos ni no eléctricos. Y no sólo hablamos de la depresión del consumo de aquéllos que podrían adquirir uno, sino de que tampoco hay dinero público como para crear la infraestructura de recarga que estos modelos necesitan. El coche eléctrico llegará, antes o después, pero lo que parece claro es que su implantación no será con la velocidad que se pensaba, sino que tenderá a hacerse paulatinamente antes de convertirse en una realidad cotidiana. Son loables los esfuerzos llevados a cabo desde instituciones y empresas para conseguir implementar estos vehículos, pero no puede negarse la realidad: Que el español medio, a día de hoy, piensa antes en su comodidad y funcionalidad que en el riesgo que supone adquirir un vehículo de este tipo. Por seguir con el ejemplo antes indicado: Un matrimonio joven que empieza a tener hijos buscará antes la seguridad y comodidad de un Honda crv (puede comprobar su prestaciones visitando su web), de motor diésel antes que meterse en el gasto que supone un vehículo eléctrico, más caro y menos implantado aún en el mercado.
El momento del coche eléctrico llegará. Pero no es éste.
