¿Es mejor un compresor que el turbo?

En un principio esto lo podríamos considerar cierto pero a medias, ya que como todos sabemos un motor ofrece tanto mejor rendimiento cuanto más aire llega a sus pistones. Especialmente los motores Diésel que funcionan con exceso de aire. Esto es lo que lleva sin duda a la creación de sistemas de sobrealimentación, con los que se empuja más caudal hacia la cámara de combustión.

McLaren SLR Stirling

Siguiendo con la pregunta que nos plantea nuestro buen amigo del blog, los turbocompresores se mueven gracias a la propia presión de los gases que salen del motor, de modo que si el motor no alcanza un régimen de giro determinado, tampoco el turbo empuja el aire. Ése es sin duda su mayor inconveniente, pero la ventaja es que la alimentación extra de ese sistema sale gratis al usar la energia que producen los gases de escape, gases que ya no sirven.

Por otro lado, el compresor garantiza sobrepresión desde el arranque del arranque del motor porque está unido a éste a través de una correa, de forma más lineal, pero al ser de alguna forma arrastrado resta potencia. Asi pues, lo más ideal sin duda alguna sería tener ambos sistemas, de esa forma a muy bajo régimen funciona el compresor, y cuando los gases de escape ya tienen ya tienen la suficiente fuerza lo haría el turbo. De hecho ya hay motores que utilizan esta formula combinada como el TSi de 1.4 litros de Volkswagen.

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