Es sin duda una pregunta que nunca nos habíamos planteado y que estamos seguros que muchos de nosotros en algún momento hemos bebido agua en cualquier momento mientras hemos realizado cualquier desplazamiento, especialmente en los desplazamientos largos. Agradecemos esta pregunta que nos ha planteado nuestro buen amigo Luis, ya que de alguna forma es un tema que no se tiene muy en cuenta y puede conllevar ciertos problemas.
Para asegurar la respuesta de esta pregunta, nos hemos desplazado por varias carreteras en busca de agentes de tráfico preguntándoles sobre este tema. Antes que nada queremos agradecerles la amabilidad y el gesto que han tenido con nosotros.
Por otro lado, también hemos querido estudiar que dice el Reglamento General de la Circulación sobre este tema, y dice lo siguiente:
* En el artículo 18 de este reglamento textualmente expresa que el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía o carretera.
Visto de esta forma, si el propio reglamento no asegura de alguna forma que esté totalmente prohibido beber mientras se conduce, si se podría interpretar o considerarse una conducta por parte del conductor que puede ser sancionable. No obstante y según las respuesta que nos han dado los agentes a los que les hemos preguntado, todos ellos nos han asegurado que no sancionarían por este hecho, y menos todavía si estamos en situación de parados como por ejemplo algún atasco y más a temperaturas muy altas, aunque si nos harían saber si nos ven bebiendo mientras conducimos, que esa acción se puede sancionar. No obstante, ellos mismos han reconocido que nunca han sancionado a nadie en este sentido.
A mi me parece que eso de beber es tan peligroso o más que usar el gps o similar. De hecho cuando bebes tienes que tener una mano totalmente perdida, desenroscar el tapon de la botella etc etc. Y en caso de necesitar reaccionar ante un imprevisto nuestra mente no asume el lanzar la botella y desparramar todo el agua para poner las dos manos en el volante.