¿Son más peligrosos los coches con tracción trasera?

Este es un tópico que se ha ído manteniendo durante el tiempo y que debeis tener muy claro que esto no es verdad. Respondiendo a la pregunta que nos plantea nuestro buen amigo, hay que tener muy claro que una vez un coche con tracción delantera empieza a abrir su trayectoria por exceso de velocidad en una curva, la corrección en esta ocasión y más intuitiva se corresponde con la más aconsejable; que es sin duda alguna levantar el pie del acelerador, con esto conseguiremos pasar del subviraje a que sobrevire, que sea el eje trasero el que pierda adherencia y el coche tienda a cruzarse sobre el carril, recuperando así la trazada.

BMW 320 d

Está claro que ese cierre de trayectoria se puede corregir simultáneamente haciendo un pequeño contravolante y, a partir de ahí, hasta volviendo a acelerar a fondo.

Por otro lado, debeis saber que el sobreviraje que se produce en un coche de propulsión con las ruedas trasera motrices, hay que reconocer que resulta menos intuitivo. Lo más habitual es que sea producido por exceso de aceleración. En ese caso esa pérdida de motricidad se puede corregir haciendo también contravolante pero en esta ocasión lo más sensato es acelerar suavemente, y esta pequeña maniobra requiere un poco más de práctica y habilidad que en un tracción delantera; de esta forma nos aseguramos que las ruedas traseras recuperen de nuevo el agarre.

Cabe destacar, que hoy día los controles de tracción y estabilidad hacen que los coches de propulsión tengan realmente un comportamiento bastante asequible para muchos. Entre sus ventajas respecto a un coche de tracción está sin duda su mejor reparto de pesos, la desligazón de tareas de tracción y dirección a cada eje, entre otras.

Lo que podríamos considerar como inconveniente, es que incluso con ayudas electrónicas pueden presentarse algunas situaciones extremas en las que sus reacciones pueden incluso no ayudar lo que realmente deberían hacerlo como por ejemplo; un exceso de velocidad, un cambio de rasante con el suelo muy deslizante y cambio de apoyo porque está en curva. Son escenarios donde hay que reconocer que un tracción delantera suele ser más controlable. No obstante cualquier situación extrema nunca se ajusta a ningún tipo de tracción.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *