Indiscutiblemente los nuevos proyectos en el mundo de la automoción en su gran mayoría siempre son bienvenidos, y en esta ocasión la tecnología y la fibra de carbono juegan un papel muy importante en el que se está trabajando para que pueda convertirse en una realidad en un futuro no muy lejano.
En esta ocasión el conocido Imperial College junto con otros colabores entre los que se encuentra según nos consta la firma Volvo, están trabajando en tratar de crear una carrocería de fibra de carbono que pueda desempeñar al mismo tiempo una especie de almacén de electricidad o lo que es lo mismo, como batería.
Estos trabajos cuentan con una ayuda de la Unión Europea de 3,4 millones de euros y según algunas declaraciones se entán centrando especialmente en incorporar al material nanotubos de carbono para poder aumentar así su capacidad de carga. Por otro lado, los híbridos también se verían beneficiados, ya que podrían ver su peso reducido hasta en un 15 por ciento.
