La marca japonesa adelanta en éste caso un SUV de contenidas dimensiones, estoy hablando de sus 4,10 m de longitud que bien se le puede sacar partido tanto en entorno urbano como en zonas de montaña de poca dificultad, gracias también a un sistema 4×4 con control electrónico de la tracción.
La idea de la firma ha sido ofrecer un coche práctico pero respetuoso con el medio ambiente, ya que dispondría de un motor 1.8 DI-D, de 136 CV, dotado de filtro de particulas y asociado a un cambio automático de doble embrague, para optener óptimos resultados en prestaciones, consumo y emisiones contaminantes. También en su interior se a optado por una nueva gama de plásticos «verdes» realizados con bambú y diferentes resinas de origen vegetal.
El CX también anticipa en su frontal los rasgos de los próximos Mitsubishi. Sus formas realistas y la experiencia de la propia firma en el segmento de los todoterreno, da que pensar que quizás no tarden demasiado en ofrecernos un verdadero coche de calle.
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