Decimos esto porque aparte de que estará disponible sólamente en variante coupé, es sin duda la versión más cara y potente de la gama Mégane. Tal y como podemos apreciar, su diseño no envidia a muchos compactos deportivos y cuenta con llantas negras de 18 pulgadas, luces diurnas, nuevos paragolpes, salida de escape en posición central entre otras novedades.
En cuanto a su interior, se le ha dotado de asientos tipo bacquet con el logo Renault Sport bordado en los reposacabezas, también de volante deportivo, pedales de aluminio y una instrumentación con un indicador que avisa al conductor cuando se está aproximando a la zona roja del cuentarrevoluciones.
Hablando de su motorización, en esta ocasión mantiene el propulsor 2.0 turbo de su antecesor, pero con la variante de que ahora desarrolla una potencia de 250 CV y un par de 34,6 kgm, y según se asegura, su sonido es mucho más deportivo. Esta versión contará con control de estabilidad de serie.
A lo que su chasis se refiere, ha recibido mejoras en la dirección, los frenos que son firmados por Brembo, amortiguación, etc, y se puede elegir por dos variantes; estamos hablando de la Sport y de la Cup. Debeis saber que la diferencia entre estas dos variantes es la Cup costará un poco más que la Sport pero incluye un avanzado diferencial que hace más eficaz el comportamiento del coche.
Por todo lo que hemos podido comprobar, está claro que el RS será seguramente uno de los compactos deportivos con mejores prestaciones, e incluso saldrá un poco más barato que algunos de sus rivales semejantes.
Este verano es la fecha elegida por la firma para su comercialización y su precio no se ha hecho oficial todavía, pero arrancará a partir de los 27.000 euros.
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¡Me lo pido!