Después de todo lo visto, a partir del próximo 1 de enero de 2008 entrará en vigor la nueva reforma del impuesto de matriculación, según se aprobó en el pasado Consejo de Ministros.
Configuraciones aparte, a partir del año que viene, los vehículos que emitan menos de 120 gramos de CO2 por Kilómetro quedarán exentos de impuesto, por otro lado se les situará un 4,75% para los automóviles que emitan entre 121 y 160 gramos de CO2 por kilómetro, en el 9,75 % para emisiones de entre 161 y 200 gramos y en el 14,75% para vehículos que emitan más de 200 gramos de CO2 cada kilometro, así como para quads y motos acuáticas.
Actualmente, el impuesto de matriculación está establecido en dos tramos, en función de la cilindrada de los vehículos. Así, el tipo se sitúa en el 7% para coches de gasolina de menos de 1.600 centímetros cúbicos y vehículos diésel hasta 2.000 centímetros cúbicos, mientras que para vehículos de cilindradas superiores el tipo se eleva al 12%.
Hay algunas discrepancias, pero la futura medida ha sido acogida con cierta turbidez por ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automoviles), quien opina que la reforma fiscal tendrá un efecto neutro, de forma que no subirá la recaudación ni la presión fiscal en relación con el impuesto de matriculación.
Además, la patronal de fabricantes cree que las rebajas fiscales beneficiaran a la industria española de automoción, pues afectan a vehículos de gama media o media-baja, que son los más vendidos y fabricados en España.
Anfac considera además que esta reforma fiscal contribuirá a reorientar la demanda hacia los vehículos menos emisores, de cara al reto medioambiental de reducción de emisiones de CO2.
Así, espera que la exención total para los vehículos de menos de 120 gr/Km sirva para incentivar la demanda de este tipo de vehículos.
